domingo, 29 de agosto de 2010

Procesiones extraordinarias de la Virgen de Regla(Segunda parte)*












Por Juan Luis Naval Molero. Cronista Oficial de la Villa



PROCESIONES EXTRAORDINARIAS EN EL SIGLO XX








11ª Procesión.-
En marzo de 1905, con motivo de una pertinaz sequía que asolaba la región, fue llevada de nuevo la Virgen a Chipiona. Esta vez con menos solemnidad que las anteriores por ser distinto el objeto, tomando parte en ella sólo el pueblo de Chipiona. Se celebró un novenario al que asistieron los fieles llenando la iglesia todos los días, siguiéndole una Misión y después se devolvió la Virgen a su Santuario.


12ª Procesión.-
El 8 de diciembre de 1918, con motivo de la inauguración de las andas, también fue sacada la Virgen hasta Chipiona.


13ª Procesión.-
El 27 de abril de 1935, con motivo de la clausura del Año Jubilar.


14ª Procesión.-
El 14 de mayo de 1939, para dar gracias a Dios por la terminación de la Guerra Civil Española, celebrándose un triduo de preparación en el Santuario los días 11, 12 y 13. El día 13 a las siete de la mañana misa solemne y comunión general en acción de gracias por la victoria. El día 14, después de la misa de 9 se trasladó la imagen de la Virgen a la Parroquia, volviendo el mismo día en procesión por las calles del pueblo hacia el Santuario a las siete de la tarde.
De esta procesión con marcados tintes políticos, debido sobre todo a la delicada situación en que se encontraba el país, se conserva aún en el Archivo Municipal de Chipiona la carta que dirigió el entonces Alcalde de Chipiona al pueblo agradeciéndole su asistencia.


15ª Procesión.-
El 8 de diciembre de 1950, a causa de la Definición Dogmática de la Asunción de María.


16ª Procesión.-
El 29 de noviembre de 1951, con motivo de la clausura de la Misión de este año.


17ª Procesión.-
Del día 8 al 10 de septiembre de 1954, con motivo de la Coronación Canóniga de la Virgen de Regla.
Aún perdura en el recuerdo de todos los chipioneros que vivieron aquel 5 de septiembre el acontecimiento de la Coronación de Ntra Sra de Regla, de él se ocuparon los más importantes periódicos y revistas de la época, recogiendo toda clase de datos de cuanto se produjo entonces en tan magnífico acontecimiento, tales como la carta Pontificia donde se designaba al entonces Cardenal Segura como delegado para la Coronación y otros más que se fueron sucediendo conforme iban pasando los días.

En el momento en que el Cardenal Segura colocaba la corona sobre las sienes de la Virgen de Regla, el fervor y el entusiasmo de más de setenta mil personas alcanzaron su más viva expresión, el Santuario ofrecía un golpe de vista fantástico, D. José María Pemán ofrecía su pregón a la Virgen Morena y los Infantes de Orleáns actuaban como padrinos. La presencia de los Arzobispos de Colombia y de Fussala, del Duque de Terranova, en representación del Ministro de Asuntos Exteriores, el General Merry del Val, el famoso locutor de Radio Sevilla Rafael Santisteban propagando a toda la comarca, gracias a las sonoras ondas, las noticias de tan singular efeméride. Realmente no era un día cualquiera, este día fue quizás, uno de los más importantes en la historia de Chipiona y en la vida de muchísimos chipioneros.

Los grandes artífices de la coronación fueron, además de la Junta Pro-Coronación, los RR..PP. Agustín Zuluaga, Provincial de la Orden; Antonio Valtuille, impulsor de la idea; y Bernardino Ocerín-Jáuregui, entonces Rector del Santuario de Regla.
Se organizaron diversos actos, tanto por parte de la Corporación Municipal como de la Comunidad Franciscana, para sufragar los gastos que requerían tan magno acontecimiento, y todo el pueblo se vio involucrado en ellos:

Se comenzó con la creación de la revista divulgadora de todo aquello relacionado con la Virgen de Regla “EL SANTUARIO DE REGLA”, que vería la luz durante el año 1951. El 22 de agosto del mismo año se proyectó la película “Las campanas de Santa María”, el 25 del mismo mes tuvo lugar una “Gran Buñolá”. El 24 de enero de 1952, las Religiosas del Colegio de la Divina Pastora, en el entonces “Cine Principal” organizaron una brillante “Velada”. Los estudiantes del Colegio del Santuario, ofrecieron en el Salón de Actos, el 25 de febrero, una velada literario-musical. El 20 de mayo, en el Teatro Principal, un grupo de señoritas interpretaron la comedia “La Esclava de Fabiola”. El 3 de agosto, se celebra gracias a la organización de D. Luis Caballero, una corrida de toros en la Plaza del Puerto de Santa María. Durante todo el verano y el siguiente funcionó la Tómbola Pro-Coronación, etc.
En tanto se trabajaba ardorosamente en la construcción de un chalet en la playa de Regla que había de rifarse oportunamente.
En el Santuario de Regla se hicieron algunas reformas con motivo de la ocasión, como el nuevo enlosado de mármol blanco y rojo, y las colgaduras de damasco que cubren los muros del presbiterio

El día 8 a las seis de la tarde, comenzó el trasladó en solemne procesión de la Virgen hasta la Parroquia de Chipiona, recorrido que duró más de tres horas, siendo recibida por el párroco D. Enrique Ramírez Paguillo entre ensordecedores aplausos. Su morada en el templo parroquial fue de dos días más, en los que se celebraron solemnes cultos y el día 10, también a las seis de la tarde partió de nuevo en procesión de regreso hacia su Santuario.
La Coronación de Ntra. Sra. de Regla significó un hito en el devenir de nuestro pueblo.


18ª Procesión.-
En 1961, con motivo de la clausura de la Misión de este año. Los misioneros realizaron una gran labor apostólica, impartiendo catequesis a los niños en los colegios, a los mayores en la Iglesia Parroquial, consiguiendo reunir con su entusiasmo y tesón a prácticamente a todo el pueblo el día de la Procesión.


19ª Procesión.-
En 1974 con motivo del Año Mariano, siendo rector del santuario el Padre Ángel Nebreda Larrá.

20ª Procesión.-
El 5 de septiembre de 2004 con motivo de la celebración del 50 Aniversario de su Coronación Canónica.
Las Fiestas en honor de este 50 Aniversario comenzaron a las doce de la mañana de día 5 de septiembre, el mismo día de la Coronación en 1954, con una solemne misa presidida por el Obispo de Asidonia-Jerez, D. Juan del Río Martín, el Provincial de la Orden Franciscana, Severino Calderón Martínez, el Rector del Santuario José Ramón Martínez de Tobillas y el Párroco de la Iglesia de Nuestra señora de la O, Alberto Ramos Romero.
Durante el acto la imagen de Nuestra Señora la Virgen de Regla estuvo colocada en su paso en la puerta principal del Santuario, mientras que la explanada del padre Lerchundi, adornada con gallardetes y banderas, estaba abarrotada de fieles que ocupaban las más de 3.500 sillas que se habían colocado para que los devotos pudiesen participar con comodidad a esta misa al aire libre.

Los cantos litúrgicos estuvieron a cargo del orfeón roteño de Nuestra Señora de la Escalera, y el barítono Malagueño Antonio Torres interpretó magistralmente el Ave María de Shubert, sustituyendo a José Mercé que era quien estaba previsto y por motivos una afonía no pudo hacerlo.
En el transcurso de la misa se procedió a la lectura del acta plenaria donde se realizó el nombramiento de la Virgen de Regla como Regidora Perpetua de la Villa de Chipiona. Tras la bendición de la Medalla de Oro de la Villa, por el Obispo D. Juan del Río, la Alcaldesa de Chipiona, Dolores Reyes Ramos procedió a imponerle a la Virgen de Regla dicho distintivo.

Al final de la ceremonia la banda de música “Julián Cerdán” estrenó la marcha <>, original de su director José Antonio López Carriaco, compuesta por encargo expreso de la Comunidad Franciscana de Chipiona.

El miércoles día 8, festividad de la Patrona de Chipiona, miles de chipioneros y visitantes provenientes de los lugares más impensables acudieron para arropar y ver salir en solemne procesión a Nuestra Señora de Regla. Previamente la alcaldesa Dolores Reyes Ramos, hizo entrega del bastón de mando del Ayuntamiento a la Virgen de Regla en el interior del Santuario. A las seis de la tarde como es tradición tuvo su salida procesional la Virgen de Regla, en medio de una popular explosión de júbilo desde su Santuario para recogerse en la Parroquia de Nuestra Señora de la O, circunstancia ésta que ocurre sólo en conmemoraciones muy especiales como ésta del 50 Aniversario de su Coronación. El paso de la Patrona de Chipiona, portada por costaleros voluntarios bajo la dirección de José Antonio Vázquez, desfiló por la Explanada de Regla, bajo una gran cantidad de pétalos de flores que esparcía la también tradicional avioneta del Ejército del Aire a su salida, prosiguiendo su extraordinario recorrido por las calles de Chipiona especialmente engalanadas para celebrar esta efemérides con gallardetes, estandartes, mantones, etc.

Acompañaban a la Virgen la Comunidad Franciscana, una representación de las distintas hermandades de la localidad, las autoridades locales, regionales y un gran número de devotos en promesa. En su itinerario recorrió la Avenida de Regla, donde sobre las siete de la tarde, realizó una excepcional parada ante el chalet de la cantante Rocío Jurado con motivo de la enfermedad que padecía; en la “Peña El Chusco” ya en la calle padre Lerchundi, le tenían preparado a su paso un altar con un azulejo de la Virgen; en la calle Castillo, la comitiva hizo una parada en la capilla de Nuestra Señora del Rocío, allí le cantó y rindió honores un coro; a continuación desde la “Peña Bética” en la calle Larga se recibió al paso de la Virgen con una pancarta alusiva al 50 Aniversario de la Coronación; en las Cuatro Esquinas y Fray Baldomero González se palpaba la solera y antigüedad de este lugar, al igual que pudiese haber sido hace ya cincuenta años; y a continuación a su llegada a la Parroquia Nuestra Señora de la O, hizo su histórica entrada ya entrada la noche, acontecimiento que sólo se produce en circunstancias excepcionales.

En el templo parroquial se celebraron diversos actos de bienvenida, la liturgia de la Palabra y la Vigilia Mariana. A continuación, durante la madrugada, se montaron turnos de vela por los diversos grupos católicos. El siguiente día, continuaron los actos con una misa en la Parroquia de la O, el rezo del Ángelus y la adoración nocturna de los turnos de vela con el grupo Azucena, la Hermandad de Nuestra Señora de Regla de El Pinar y las comunidades neo-catecumenales. Por la tarde tras el rezo del “Rosario”, a las cuatro de la tarde se procedió a la ofrenda floral por parte de las diferentes asociaciones y colectivos de Chipiona. Del mismo modo los costaleros que participaron en el paso le ofrecieron a la Virgen el “Costal de Oro”. Los actos conmemorativos finalizaron con un besamanos en la misma Parroquia.

El viernes se volvió a vivir otra jornada histórica. Desde primera hora de la mañana con la celebración de una eucaristía en la Parroquia de la O, y con los turnos de vela de la Asociación Rociera, la Hermandad del Cautivo, la Hermandad del Cristo de las Misericordias y las comunidades neo-catecumenales. La salida procesional de la Virgen de Regla desde la Parroquia de la O se realizó a las seis de la tarde. La procesión estuvo acompañada por la banda de música Julián Cerdán que interpretó a lo largo del recorrido diversas marchas en honor a la Virgen de Regla. El itinerario del desfile en esta ocasión fue por Calle Doctor Tolosa Latour, Manuel Bueno Castellano, Paseo Cruz del Mar hasta llegar a la “Cruz del Mar”, donde la Coral de la Universidad de Cádiz homenajeó a la Patrona de Chipiona con dos cantos marianos; a continuación prosiguió por la calle Isaac Peral hasta su intersección con la Calle Padre Lerchundi donde se encuentra el azulejo del siglo XIX que sirvió como cartel anunciador de las Fiestas Patronales de este año.

A continuación por la Calle Miguel de Cervantes abarrotada de público al paso de la Comitiva, al igual que la Avenida del Ejército, Avenida de Regla, Avenida de Jerez hasta el Monumento de la Luz donde fue de nuevo homenajeada con dos cantos marianos por el Orfeón Santa Cecilia de Sanlúcar de Barrameda. Siguió el recorrido por el Paseo Marítimo Costa de la Luz hasta el Humilladero donde se rezó en su honor en el lugar de su aparición y a continuación hizo su entrada al Santuario con una explosión de júbilo y alegría entre los vivas a la Virgen de Regla. Los cohetes a la entrada, los repiques de campanas y la interpretación por parte de la banda de música del Himno Nacional cerraron esta memorable jornada para Chipiona que quedará para siempre en el recuerdo de muchísimos chipioneros y visitantes.
Para finalizar las fiestas de la Patrona de Chipiona, a las doce de la noche se realizaron unos fuegos artificiales, musicales y acuáticos como broche final.


21ª Procesión.-
El 8 de Septiembre de 2008 con motivo del 400 Aniversario de su nombramiento como Patrona de Chipiona.
Los Actos comenzaron con la tradicional novena a la Virgen desde el 30 de agosto al 7 de septiembre.
Se realizaron diversos actos culturales como una exposición histórica en la Casa de la Cultura que estuvo expuesta desde el día 1 al 30 de septiembre.
Los días 2, 3, 4 y 5 se realizaron las primeras Jornadas Históricas de Regla, en el Hotel al Sur.
A las 12 de la mañana del día 5 de septiembre se celebró un pleno municipal extraordinario en el que se acordó el nombramiento a la Orden de Frailes Menores y especialmente a la Comunidad Franciscana de Regla como Hijos Predilectos de la villa por su labor realizada en la localidad.

La salida procesional se produjo el día 8. Con tal motivo la comitiva tuvo un recorrido especial desde el Santuario hasta la Parroquia de la O. Sobre las seis de la tarde aparecía majestuosa en su trono engalanado con olorosos nardos, portada por su cuadrilla de costaleros dirigida por José Antonio Vázquez a los sones del himno nacional interpretado por la banda de música de Julián Cerdán.
La comunidad franciscana con su provincial fray Severino Calderón y el rector del Santuario fray Alberto Ramos, representantes cofrades y la corporación local con el alcalde Manuel García a la cabeza, formaban parte de esta comitiva que daba muestras de fe y emoción contenida, mientras una lluvia de pétalos caía del cielo tirada desde una avioneta como es tradicional.

Tras su paso por la Explanada de Regla, la imagen enfiló la avenida que lleva su nombre. En esta ocasión se vivió con especial emoción el homenaje que la familia de la desaparecida Rocío Jurado ofrece cada año a la Virgen desde el balcón del Chalet “Mi Abuela Rocío” y la posterior incorporación de algunos de sus miembros a la procesión.
A su llegada a la calle Padre Lerchundi se vivieron momentos especiales en la esquina del El Chusco, sede de los Belenistas, incrementados posteriormente en calle del Castillo, junto a la sede de la chipionera Hermandad del Rocío, la emblemática y estrecha calle Larga también rindió homenaje a la Virgen. Al paso por la Peña Bética, un mural anunciaba la leyenda del 400 Aniversario, mientras que más adelante en la confluencia entre esta calle y Cuatro Esquinas la engalanada casa del cofrade Manolo Vidal transportaba a otros tiempos. En la calle fray Baldomero González, los fieles esperaban ansiosos la entrada de la Virgen al Templo a través de la Plaza Juan Carlos I hasta la Parroquia donde se procedió al acto mariano de acogida y al descubrimiento de un azulejo conmemorativo de esta fecha. Tras ello, una vigilia de oración y turnos de vela por grupos cristianos durante toda la noche.

El regreso a su Templo se realizó el día 9 tras pernoctar en la Parroquia de Ntra. Sra. de la O con motivo de esta efeméride.
A iniciativa de los vecinos de la zona se había procedido a la colocación de la Cruz del Mar de forma provisional, ya que había sido desmantelada por las obras realizadas en el Paseo Marítimo, para el paso de la Virgen de Regla por este lugar en su recorrido hacia su Santuario con motivo de la conmemoración del 400 Aniversario del Patronazgo al igual que lo hiciera en 2004 al coincidir con el 50 Aniversario de su Coronación Canónica. La mayoría de las calles del casco histórico se encontraban engalanadas con banderas, estandartes y mantones con leyendas alusivas a la Virgen para dar mayor prestancia al paso de la imagen de la Virgen de Regla.

Desde la Iglesia Parroquial, partió a las seis de la tarde, transportada por una cuadrilla de costaleros, realizando el recorrido de vuelta por las calles Plaza Juan Carlos I, Tolosa Latour, Manuel Bueno Castellano, Paseo Cruz del Mar, en el que junto a su Cruz hubo un momento especial, Isaac Peral, Miguel de Cervantes, Avda. del Ejército, Avda. de Regla, Avda. de Jerez, Paseo Costa de la Luz y Explanada de Regla hasta el Santuario ya entrada la noche.
A las 12 de la noche se clausuraban los actos con un castillo de fuegos artificiales acuáticos y el día 10 los actos religiosos en torno a la Virgen de Regla con el tradicional besamanos.


(*)Segunda parte de la conferencia ofrecida por Juan Luis Naval Molero el pasado 20 de agosto en el Santuario de Regla

domingo, 22 de agosto de 2010

PROCESIONES EXTRAORDINARIAS DE LA VIRGEN DE REGLA (Primera Parte)*









Por Juan Luis Naval Molero
Cronista Oficial de la Villa

Algunos años, y por motivos muy extraordinarios la Virgen de Regla fue llevada en procesión desde su Santuario de Regla al pueblo de Chipiona o a Sanlúcar de Barrameda en solemne procesión, rodeada siempre de una numerosa y exorbitante cantidad de personas y un gran entusiasmo por el acontecimiento.
La característica general de estas procesiones, ha sido siempre y sobre todo, la enorme explosión de fervor popular.

1ª Procesión.-

Durante los siglos XVI y XVII, la Imagen de Nuestra Señora de Regla era, sin género de duda, la más conocida y popular de Andalucía.
Basta recordar la triunfal y deslumbrante procesión que se celebró el 8 de septiembre de 1588, con motivo del envío de España de la Armada Invencible contra Inglaterra, a cuyo frente iba el séptimo Duque de Medina Sidonia, Don Alfonso Pérez de Guzmán, insigne bienhechor del Santuario de Regla.
Doña Ana Gómez de Silva y Mendoza, esposa del Duque, fue quien pidió y consiguió del Prior y la comunidad de los agustinos de Regla, sacar por primera vez en procesión a la Virgen de Regla.
El cronista chipionero Fray Diego Carmona Bohórquez, en su libro “Historia Sacra” nos da amplísimas y detalladas descripciones del cortejo procesional y la dilatada comitiva, integrada por la mayor parte de la nobleza española de la época.

Los historiadores de entonces la elevan a ochenta mil las personas que tomaron parte en aquella grandiosa manifestación religiosa.
Cuentan que los primeros estandartes habían llegado ya a Sanlúcar de Barrameda, que dista de Chipiona como todos sabemos 9 kilómetros, y todavía no había salido de aquí, de su iglesia de Regla, la Imagen de la Santísima Virgen.
Anteriormente a esta fecha, en los siglos anteriores, no se sacaba a la Imagen de Nuestra Señora de Regla en procesión pública, sino que permanecía en su lugar, aunque se hacían dos procesiones al año sólo por este claustro del convento; una el día 2 de febrero, Purificación de Ntra. Señora; y la otra, el día 15 de agosto, Asunción de María Santísima a los cielos.


En estas procesiones se sacaba en vez de la Imagen de Ntra. Sra. de Regla, una Imagen que los frailes agustinos tenían exclusivamente para éste fin y que mandaron hacer estos religiosos cuando entraron en el convento.
Su nombre era Ntra. Sra. de los Buenos Aires, a ellas acudían muchos fieles de la comarca, sobre todo navegantes, debido a que los navegantes de toda clase, y las flotas que partían hacía América le pedían buenos aires para cruzar el océano, su color era blanco. Esta imagen no tuvo nunca un altar dentro de la iglesia, sino en otras partes, como aquí, en el claustro del convento y más tarde cuando se comenzó a sacar a la Virgen de Regla en procesión, la imagen de los Buenos Aires pasó a un lugar que denominaban entonces los religiosos "DE PROFUNDIS", lugar donde celebraban sus capítulos, en este lugar permaneció más de veinte años teniendo aún alguna devoción por parte de los navegantes, pasando posteriormente a un altar de la sacristía perdiendo la poca devoción que le quedaba y a continuación en 1623 fue trasladada a Cádiz, al convento de San Agustín y de allí a Madrid, colocándose en la iglesia de las monjas agustinas de Santiago.

Desde principio del siglo XVII, se introdujo la costumbre de llevar en procesión por los alrededores del Santuario la Imagen de Regla el día de su fiesta, el 8 de septiembre, desbordándose con este motivo los pueblos y ciudades de Andalucía, que en número de unos treinta mil, venían a venerar a su amantísima Madre, a recibir los sacramentos, y a asistir a la Misa solemne.
Entonces todo lo que pertenecía a Nuestra Señora de Regla se tenía en gran aprecio y estima y se consideraba como prenda de afecto y veneración profunda: las medidas de su Imagen, la teja sobre la que estuvo sentada, la llave de la mazmorra de Granada, el aceite de su lámpara, las monedas de la pobre devota, las hojas de su higuera, todo cuanto había pertenecido o tocado a la Imagen.

Desde la mencionada procesión del año 1588 hasta el año 1608, fecha en la que nuestro Ayuntamiento la declaró Patrona de Chipiona, veinte años después, no se volvió a sacar la Virgen, en esta ocasión se llevó a Chipiona por la mañana y volvió por la tarde. A partir de esta fecha se comenzó a sacar todos los años, salvo algunas excepciones, el 8 de septiembre.


2ª Procesión.-

Es la primera vez de la que se tiene noticia de visitar el pueblo de Chipiona, ello es en 1608, con motivo de su nombramiento como Patrona de Chipiona, en esta ocasión fue llevada al pueblo por la mañana y retornada al Santuario de Regla por la tarde.
Fray Diego Carmona Bohórquez nos lo relata en uno de los milagros de la Virgen en su libro Historia Sacra: <>.

Refugios en Sanlúcar de Barrameda.
Entre los años 1642 1700, la imagen de la Virgen de Regla tuvo que ser refugiada por tres veces en el convento de los agustinos de Sanlúcar por temor a los asaltos de los corsarios, según los libros capitulares del municipio sanluqueño.

3ª Procesión.-

Según estos libros la primera tuvo lugar el año 1642, cuando se esparció la voz de que una Armada Turca de 24 galeras se estaba aprestando en el río de Tetuán para venir a robar el Santuario de Regla y saquear sus abundantes riquezas, en cuanto el tiempo se mostrara propicio.
Noticia que al final resultó ser falsa. Se ignora el tiempo que duró la estancia de la Virgen en la vecina ciudad, aunque esta debió ser bastante corta.


4ª Procesión.-



La segunda en 1656, que apareciendo en una de sus innumerables incursiones sobre estas costas una formidable Armada Inglesa, se temió desembarcasen en la Grajuela , preparándose para arrasar la vecina ciudad de Cádiz y que saqueasen y profanasen, como herejes, a esta Soberana Señora, por este motivo se mantuvo en Sanlúcar el tiempo que la Armada estuvo a la vista.
De hecho, las actas capitulares del Ayuntamiento de Chipiona confirman estas amenazas, aunque no parece que llegara nunca la escuadra inglesa a atacar la costa del pueblo o la del Santuario de Regla.


5ª Procesión.-

Y la tercera vez en 1702, con motivo de la Guerra de Sucesión, la Virgen de Regla estuvo en la ciudad vecina durante algunos meses.
La versión de estos acontecimientos por parte de los agustinos de Regla fue esta:
<>.
El regreso de la Virgen al Santuario se produjo el 29 de octubre y acompañada de la comunidad del convento de San Agustín de Sanlúcar y la de su Santuario, bajando la procesión por la playa para seguir por ella su camino custodiada por dos Compañías de soldados.
Desde el Castillo de Santiago dispararon las piezas y los soldados hicieron tres descargas, y así prosiguieron haciendo salvas hasta llegar al muelle, en donde por despedida le hicieron salva Real.
Una vez en Chipiona, la recibió el cura y una compañía de armados devotos, haciendo salvas para saludar la deseada venida de la Virgen. Siguió la procesión por el camino más corto, porque ya era tarde, en medio de aclamaciones y lágrimas y así se llegó al Convento, a cuyas puertas estaban esperando los religiosos que se habían quedado para cuidar y guardar del Santuario, acompañando a la Virgen desde las puertas del templo hasta su antiguo y propio altar, en donde la colocaron y al tiempo de ponerla en su tabernáculo, los soldados que habían venido acompañando la procesión, la saludaron con dos descargas cerradas.



6ª Procesión.-

El 16 de septiembre del año 1800, con motivo de una epidemia de peste.
Se tiene noticias en Chipiona de los pueblos y ciudades comarcales, especialmente de Cádiz, que se estaban experimentando diariamente desde el principio de este mes mueren en ella, de doscientas a doscientas y sesenta personas; que en Sevilla, El Puerto de Sta. María, Jerez de la Frontera y Sanlúcar de Barrameda, se hallaban igualmente salpicadas de ella, debido a la cantidad de personas que de Cádiz han salido huyendo e introduciéndose en ellas, a pesar de las precauciones tomadas por dichas ciudades, como la villa de Rota, poniéndose guardias de tropa y paisanos para evitar su introducción, y en muchas de ellas Casas de Lazareto en los campos para que hagan cuarentena, e imponiéndoseles distintas y graves penas a los vecinos que en sus casas admitiesen forastero alguno, o individuos de sus familias procedentes de dichas ciudades infestadas, sin que antes se habilite por las Juntas de Sanidad que cada pueblo por sí ha nombrado:


Los Ilustres Cabildos Eclesiástico y Secular de la Villa de Chipiona propusieron que en atención a hallarse el pueblo sobresaltado y grandemente conmovido con el asombroso contagio que padecía Cádiz, y se iba propagando a otros pueblos comarcanos, y que clamando todos que para librarse de este mal se le hiciese una función a Nuestra Señora de Regla, que miran como a su Patrona y Protectora, llevándola en procesión a dicha villa, solicitaron con ansias de fervor y devoción se hiciese Procesión General del Santísimo Cristo de la Misericordia, el Arcángel San Miguel y de Nuestra Sra. de Regla, como Patronos de esta villa, a fin de que paseándose las calles por dichos Patronos, como se ha hecho en todos los demás pueblos con los suyos, confíen en su protección, alcancen de Su Majestad Santísima, tenga misericordia de esta villa y libre a sus vecinos y habitantes de tan fatal contagio como hasta el presente se hallaba.
Acordaron ambos Cabildos se hiciese la enunciada Procesión General que conduciría a la Parroquia, y a las dos de la tarde saldría la Procesión General, con las tres mencionadas Imágenes Patronos que iría por la Plaza y calles del pueblo.


El Padre Prior del Santuario de Nuestra Señora de Regla convocó a los padres de su Comunidad proponiendo lo solicitado y en vista al extraordinario accidente de la peste que amenazaba, condesciende desde luego en que el día del Arcángel San Miguel por la mañana, lleven ambos Cabildos a Nuestra Señora acompañada de la Comunidad, en Solemne Procesión desde el Santuario hasta la Parroquial de la Villa donde se le haga su función; y que por la tarde del mismo día dando vueltas por las calles principales del Pueblo, en acción de bendecirlo con su presencia, sea conducida del mismo modo al Santuario y que se obliguen ambos Cabildos formalmente, a que la Santa Imagen ha de volver al Santuario en el mismo día que salga de él, aunque el pueblo pida otra cosa; que también se hagan responsables recíprocamente ambos Cabildos de resarcir los daños y perjuicios que pudiesen resultar de la pérdida, o maltrato del adorno, prendas y alhajas que constaren de dicho inventario.

7ª Procesión.-

Cuando regresó a España el Rey Fernando VII, se restauró el Monasterio, volviendo a él los religiosos, hasta el año 1835, en que a causa de la desamortización les cupo la misma suerte que a los demás religiosos de España.
El pueblo de Chipiona, al ver la soledad en que quedaba la Virgen, llevó en procesión a la Imagen hasta la iglesia parroquial de Chipiona. Pero no la llevaron directamente a la misma, porque no había en ella un lugar debidamente preparado; sino que la condujeron primeramente a una casa del pueblo en espera del momento oportuno. Esta casa estaba en la calle Larga, propiedad de Señá Elena, donde se instalaría provisionalmente hasta que el retablo que se preparaba para tal fin estuviera totalmente preparado. A finales del año 1836 se colocó en uno de los retablos que hay a la izquierda, entrando por la puerta principal, y que fue donado por D. Antonio Miranda Jurado. Este señor, al hacer testamento en 31 de diciembre de 1835, disponía en una cláusula dar <>.


Mientras tanto, el Convento, morada por tantos siglos de fervorosos religiosos, amenazaba próxima ruina, y la misma iglesia llegó a convertirse en un inmundo establo de bestias, destruido su precioso y rico altar, y despojada entre otras cosas del embaldosado de mármol. Los religiosos se dispersaron y abandonaron el Monasterio de Regla, depositando pequeñas imágenes de la Virgen en diversos hogares y al cuidado de familias piadosas del lugar. Estas imágenes no volvieron a sus antiguos poseedores, sino que han ocupado después varios menesteres y sucesivos lugares; dos de ellas pasaron al Convento Franciscano de Jerez y otra en la enfermería del Santuario de Regla.

Estaba, pues, muy pronto a desaparecer por completo el Santuario de Regla, cuando los Infantes Duques de Montpensier, fijaron su residencia veraniega en Sanlúcar de Barrameda, y en una tarde de julio de 1851 se dirigieron a Chipiona, entrando a orar en su iglesia parroquial. Les llamó grandemente la atención el color negro de la Virgen y el párroco les refirió la historia y vicisitudes de la milagrosa Imagen, por lo que al punto determinaron los Príncipes visitar el Santuario, antigua casa y morada de la Señora.
Impresionados fuertemente al contemplar las ruinas del convento y la profanación del Templo, resolvieron restaurarlos y volver la Imagen de Ntra. Sra. de Regla a su antigua residencia.
Para ello se abrió una suscripción, encabezada por los mismos Infantes, y contribuyendo con respetables sumas S. M. la Reina Isabel II y el Eminentísimo Sr. Cardenal de Sevilla Don Judas José Romo.
Restaurados el Templo y el Camarín, se pensó en la traslación solemne de la Santísima Virgen, el día 7 de septiembre de 1852. Después de una ausencia de 17 años, volvía a su casa y Santuario.

Con motivo de la inauguración del Santuario de Ntra. Sra. de Regla. Más de doce mil personas, habían acudido en aquella fecha a Chipiona, entre ellas los Infantes Duques de Montpensier, el Cardenal Arzobispo de Sevilla, los Obispos de Córdoba y Guadix, y el alto clero de todas las cercanías; tropas de artillería y caballería, vapores empavesados, músicas y arcos daban mayor visualidad al cuadro animadísimo de las playas de Chipiona. Además de una extensa relación de las magnificas fiestas.
Los infantes llevaban las varas de los superiores de Regla, y la procesión en que iban tres prelados, un clero inmenso y gran número de personas distinguidas, presentaba un magnifico cuadro. Cuando la Virgen llegó a la Cruz del Mar, las aclamaciones a la Madre del Salvador y a los príncipes se repetían sin cesar. A las siete llegó a su santuario, quedando encargado de su custodia el Padre Castro, sacerdote de Chipiona, perteneciente a la comunidad agustina.
Aquella noche dieron los infantes un gran banquete en el refectorio del antiguo monasterio, pasándose el resto de la noche en alegres festejos.


Al día siguiente, a las cinco de la tarde, fiesta de la Natividad de Nuestra Señora, fue la función de iglesia e inauguración del nuevo templo. Los príncipes y prelados estaban en el presbiterio. El Cardenal celebró de pontifical, siendo los ornamentos y la orquesta de la Catedral de Sevilla. Por la tarde tuvo lugar una solemnísima procesión, llevando la Imagen de la Virgen por el patio llamado el Real, por el pozo del moro y la Capilla del Humilladero, desde donde bendijo el mar el Eminentísimo Sr. Romo; y volviendo la procesión a la Iglesia, se colocó a la Virgen en su Camarín.
Por la noche dieron los príncipes un segundo banquete. SS. AA. RR., dieron en limosnas durante los dos días de su estancia en Chipiona a los pobres en las puertas del Santuario, la cantidad de 3.000 reales de vellón. Regalaron a la señora del Alcalde de Chipiona un precioso brazalete de oro con ricas piedras. A Nuestra Señora de Regla, el magnífico vestido que tenía puesto que era de una rica tela de tisú de oro con hermosos encajes, una toca de encajes y oro y una preciosa corona de plata.
También han regalado al Santuario un hermoso terno bañado de oro. A la tropa la obsequiaron con abundantes ranchos de comida y vino.


8ª Procesión.-

Fue en abril 1863, con motivo de la colocación de la primera piedra del Faro de Chipiona. Se empezó la ceremonia con la celebración de una solemne Misa cantada en el Santuario de Ntra. Sra. de Regla. Concluida la misa fue sacada procesionalmente la imagen, acompañada de todos los asistentes y de un numeroso pueblo que se apiñaba a las puertas del templo, hasta el lugar donde se hubiera de colocar la piedra, ya de antemano lujosamente decorado, con caprichosos adornos de follaje y vistosas y multiplicadas banderas.
A la voz del inteligente y joven ingeniero director D. Jaime Font, empezó a descender entre flores y banderas la enorme piedra que se hallaba suspendida a una respetable altura, y cuyo peso, según manifestaron los periodistas de la época, era de 63 quintales; bendecida por el Sr. Cura de la villa auxiliado por el R. Padre encargado del santuario de Ntra. Sra. de Regla, y después de firmar los concurrentes el acta y depositarla ésta con las monedas, diarios y demás objetos de costumbre, el Excmo. Sr. Gobernador pronunció un breve discurso, concluyendo con un espontáneo viva la Reina, que fue sonoramente repetido durante algún tiempo. Después, se procedió a llevar a la Virgen a la Iglesia Parroquial, y concluida la ceremonia, la comitiva pasó a casa del señor contratista D. Antonio Lazo, donde fueron obsequiados por un abundante almuerzo.
Fortuitamente se dio la coincidencia de haber encallado en la Piedra de Salmedina este mismo día un buque de nacionalidad desconocida y del que se temía lo peor al no podérsele dar auxilio debido al estado de la mar y el horroroso huracán.
Posteriormente la Virgen fue llevada de nuevo a su Santuario.


9ª Procesión.-

En el año 1886, siendo rector G. José Mª Barber, fue llevada la Virgen por las calles de Chipiona hasta la Parroquia, una vez terminada la procesión religiosa volvió por la playa a las once de la noche. De esta salida no tenemos documentación al respecto sobre el motivo extraordinario de su procesión )Tal vez, fervor popular?


10ª Procesión.-

En 1892, con motivo del cuarto centenario del descubrimiento de América y de la construcción del Sanatorio Marítimo de Santa Clara, siendo rector el P. Miguel Verasaluce, se intentó llevarla también a Chipiona, pero una gran tempestad y tormenta, que causó grandes daños y arrebató la vida de un joven, impidió que se llevara a cabo la idea. Se trasladó a su Octava, el 15 de septiembre, saliendo la Virgen a las cinco de la tarde en dirección a la Parroquia de Chipiona volviendo ya muy entrada la noche a su Santuario.

(*)Primera parte de la Conferencia ofrecida por Juan Luis Naval en el Santuario de Regla el pasado día 20 de agosto. La segunda parte la publicaremos el próximo 29 de agosto.