“Aquí
poco alumnos saben quién era Lope o Calderón”
“España
es una potencia editorial pero cada año salen títulos que luego adornan las
estanterías”
Por Juan Mellado.-
Está
en una nube. Tiene en sus ojos, en su mirada, la ilusión no perdida de la
niñez. Recientemente jubilada, se le nota que ha amado su trabajo como docente.
Ahora se atreve a sacar algo que llevaba muy dentro como es la aventura de
escribir y se permite la premeditación y
la alevosía de hacerlo bien. Metida de lleno en la vorágine de la promoción de
su primera novela, “En otro tiempo, en otro lugar” que presentará en Chipiona
el próximo 9 de agosto, nos permite un espacio para hablar de su particular
estilo literario y de la realidad en que vive. Cada respuesta es todo un
titular.
-¿Recuerda el primer libro que leyó
en su vida? ¿Qué impresión le causó?
Los primeros fueron cuentos infantiles,
como casi todos los niños. El paso a la literatura de adultos fue un poco más
complicado. Me gustaba leer novela romántica; lo siento, era la adolescencia y
me atraía mucho todo lo relacionado con el amor; pero mi auténtica pasión llega con las
novelas de Pearl S. Buck. Me hago socia
del Círculo de Lectores y leo todo lo que encuentro de ella: Viento del este, viento del oeste, La
buena tierra, La madre, La estirpe
del dragón… Se puede decir que la primera novela que leí fue Viento del este, viento del oeste. Me
sumergía en un mundo muy distinto al nuestro. Una sociedad, la china, que
trataba a la mujer como si fuera un animal, rectifico, peor que a un animal. Me
tenía tan atrapada que había veces que me quedaba leyendo hasta altas horas de
la madrugada. Después, me casé muy joven, a los 22 y no tenía tiempo para leer:
el trabajo, la casa, la llegada de las hijas, los estudios… retomo la afición
cuando apruebo las segundas oposiciones y mis hijas son mayores.
Siento
decirlo, pero fue casual. Bueno, yo escribía pequeñas obritas de teatro para
conmemorar algún acontecimiento en el instituto. Por ejemplo, cuando fue el
tetracentenario de la publicación de la primera parte del Quijote hice una y también
con relación a Juan Ramón. Pero novela no había escrito ninguna. Las cosas
pasan porque tienen que pasar y un verano de 2002, en la playa, en nuestra
terraza, con la fresquita, un amigo al que le gustaba el mundo esotérico y al
que mis hijas le hacían la ola cuando venía a casa porque pasábamos unas tardes
muy entretenidas con él y con su mujer, nos leyó la mano a toda la familia. Nos reíamos y el
rato era estupendo, pero, mira por donde, me dice que tenía manos de escritora.
“¡Anda ya!”, le digo. Pero cuando se va, cojo un cuaderno, de esos grandes,
cuadriculados de anillas y empiezo a escribir. Mi hija, la pequeña, no paraba
de reírse y de decirme cosas. Mi marido, igual. No me tomaban en serio, en
cambio mi hija la mayor, Ana, me dijo: “Mamá, me gusta. ¿Y qué viene después?”.
A lo que yo le dije. “No sé, mañana se
verá”. Y así comenzó esta historia.
Como
he explicado, no puedo explicarlo, es una contradicción, pero fue surgiendo de
la nada. Los personajes, esos seres maravillosos, cobran vida por sí solos y
con ellos la historia que va surgiendo. He de decir que se escribió en verano,
en cinco veranos. No podía escribir en invierno, tenía que trabajar y los
personajes no me dejaban dormir.
El
tema de la reencarnación era natural que surgiera porque una de las novelas que
más me gustó era Verde oscuridad que
toca este tema y dicen que la primera novela de un ¿escritor? trata sobre el
tema que a él le gusta. El Renacimiento aparece porque el foco estaba en
Florencia. Mi segundo apellido es Toscano, así que decidí trasladar la historia
a la capital de la Toscana y que mejor época que la de los Médici. Por otro
lado, la protagonista es gaditana. En honor a mi padre que lo era. Caetana es
Cádiz. El nazismo surge porque sí. No recuerdo cómo, pero probablemente porque
la historia lo iba requiriendo.
Asustada.
Me parece que lo que he escrito no merece la pena y temo que alguien me diga: “¡Qué
te crees tú! ¡Cómo te vas a comparar con un escritor!”. Realmente tenía y tengo
miedo a que la lean.
-¿Dentro de la novela en general
qué temática le gusta más a la hora de leer? ¿y a la hora de escribir?
Me
ha gustado mucho la trilogía Milenium. Me atrae ese tipo de novela de intriga,
negra. También me gusta mucho la novela moderna española escrita por las
grandes escritoras María Dueñas y Julia Navarro. También, Dan Brown y Ken Follett. Como ve soy una lectora
corriente y moliente. Bueno, entre nosotros, he leído la primera parte de Cuarenta
sombras de Gray. Lo siento, la
curiosidad.
-¿Cuál fue su método de trabajo
para escribirla, tiempo, documentación, etc?
También
siento decepcionarle. No he tenido método de trabajo. He escrito cuando mis
“labores” como madre, ama de casa, esposa y profesora me lo han permitido. A
veces, entre las patatas fritas y las sardinas asadas o el gazpacho. La única
documentación que aparece en la novela es la descripción de Florencia. No había
estado nunca allí y lo busqué en internet. Igualmente hay una palabra que
busqué que es Tetragramatón, referido a Dios para los judíos. Todo lo demás,
para bien o para mal, ha sido cosecha propia. Y he descubierto que hay un error histórico que trataré de
subsanar en la 2ª edición.
-¿Hasta qué punto aparecen
elementos autobiográficos?
No
es mi vida. No tiene nada que ver conmigo, pero descripciones de personajes,
pasajes, pequeñas historias…, son de mi propia experiencia. Me gustaría poder
contar algún día cómo sucede todo esto y cómo, sin ser mi vida, es mi vida. Son
los seres maravillosos que han formado parte de mi ya larga vida. Esto también
se lo debo a mi hija Ana. Cuando estaba intentando describir a los personajes,
que es una de las cosas más complicadas de la novela, ella me dijo que me
fijara en personas que conozco y dicho y hecho. No sólo me fijé en los
personajes, sino en acontecimientos reales que les habían pasado a estos.
Ni
sí, ni no. Creo que es un buen trampolín para dar a conocer tu novela, pero no
tuve suerte y a nadie le interesó. La mandé a muchos concursos. Por supuesto
que a ninguno importante porque creo no ser merecedora de ello, pero me
desanimé mucho y decidí dejarla, como se suele decir, en un cajón. La novela se
termina en 2006 y desde entonces no conseguí que se publicara. Hasta que mi
sobrino Antonio, el hijo de mi hermano Ramón, la mandó a la editorial Albores
y, aunque con coedición, salió a la luz. Desde 2006 no escribo nada porque
estaba muy desanimada. Yo soy, bueno era, profesora y directora ─me he jubilado
este año ─, así que me dije: “Anita, tú no sirves para esto, zapatero a tus
zapatos”. Y así lo hice. Ahora, ya estoy
escribiendo mi segunda novela.
-¿Ha recibido ya impresiones de sus
lectores?
Sí, y estoy abrumada. No sé si es porque son
amigos y amigas, pero les está gustando. Vivo sobre una nube. No me lo puedo
creer. No sé si es o no real lo que me está pasando. A mi hermano le digo si no
es demasiado esto de la presentación. Estoy un tanto avergonzada y pido
disculpas por todo.
Totalmente
olvidada. Realmente en la secundaria, no se da literatura. Algo de historia de
la literatura, pero estudio de los textos, del estilo, del porqué de esto o
aquello en los textos, nada de nada. Ya en bachillerato se profundiza algo más,
pero insuficiente. Cuando veo las películas americanas en donde se ve cómo
estudian a los escritores, siento envidia del sistema. Aquí pocos alumnos saben
quién era Lope o Calderón. ¿Qué alumno americano o inglés no sabe quién era
Shakespeare? Esto lo dice todo.
-De su experiencia, qué opinión le
merecen los niveles de lectura actuales
Puedo
contar lo que sé de la lectura entre los jóvenes. Hasta el año pasado, por lo
menos se les obligaba a leer tres libros al año, al menos en mi centro y en
lengua, pero ahora no se les puede obligar a comprar ningún libro con lo que,
leen aún menos. Leer es un acto de soledad. Es un encuentro interior con una
historia y unos personajes. Los chavales tienen medios, para ellos, más
atractivos. Como decía Cervantes “El que lee mucho y anda mucho, ve mucho y
sabe mucho”. ¿Seremos capaces de conseguirlo? En el mundo de los
adultos es aún peor. Se compran libros, pero no se leen. España es una potencia
editorial. Aquí salen cada año títulos y títulos que luego sirven para adornar
las estanterías. Pero con la llegada, de nuevo, de las casas minúsculas, habrá
poco espacio para los libros. Yo no quiero que nadie compre mi novela y luego
no la lea. Prefiero no venderla.
-¿ A quién o quiénes admira más de
los escritores clásicos?
¿Cuál es su género literario
preferido?
El
género narrativo, la novela. También me gusta el teatro, pero como decía
Calderón, creo que es para verlo, más que para leerlo. Me gusta mucho ir al
teatro, me gusta pisar el teatro, las luces, toda la parafernalia que lo rodea.
En cuanto a la lírica, no me disgusta, pero me atrae más la novela.
-¿Se ha encontrado alguna vez con
gente que se jacta de no haber leído un libro en su vida?
De
todo hay en la viña del señor. Peor para ellos. Es como los que nunca han
tenido un perro y nunca sabrán lo que es el cariño, la admiración, la entrega…,
de un ser tan pequeño hacia su dueño. Hay experiencias en la vida que son eso,
experiencias, que no se pueden contar ni que te la cuenten, tienes que
vivirlas, así que ellos se la pierden.
-¿Percibe usted si esta sociedad
avanza a pasos agigantados hacia atrás para alcanzar los niveles de la Edad Media?
¡Uy!
Por Dios. No creo, ¿no? Vamos hacia atrás, pero confío en que pronto se pare
todo y volvamos al sitio de partida. Si no, sería tremendo.
-¿Cómo ha logrado dirigir un IES
sin volverse loca?
Siempre
fui una docente. Ese era mi trabajo y mi vocación. Avatares de la vida hicieron que accediera a
la dirección. Y me siento muy contenta
de esta experiencia. Mi instituto es un sitio en donde se está muy a gusto. Mis
compañeros me hicieron el trabajo muy fácil y conté con un equipo directivo
formado por dos mujeres que posibilitaron el trabajo que se llevó a cabo en el
centro. He conocido la enseñanza desde otra perspectiva. Ahora, lo que echo de menos son las clases,
esas largas parrafadas con el alumnado y a mis compañeros, mis ratitos en el
café, nuestras discusiones divertidas en el Departamento de lengua. En fin,
todo el barullo del instituto.
Yo
creo que muchas personas no han leído nunca porque no han encontrado el libro
que a ellos realmente les guste. Ese sería el camino. Conseguir encontrarlo es
lo difícil porque no quieren saber nada de la lectura. Por otro lado, es en la
familia en donde se deben poner los cimientos. El problema está en que habría
que animar primero a los padres. Una vez quise crear un club de lectura para
los padres de mi centro. Los convoqué a una primera reunión: fue un solo padre.
Esto me desanimó y no lo volví a intentar. Durante mis años de docencia, he
realizado muchas actividades de animación a la lectura con el alumnado. Algunas
veces han resultado satisfactorias; otras, no. Es muy complicado. Ojalá tuviera
una varita mágica.
-¿A qué nuevos retos o trabajos se
enfrentará cuando acabe la promoción de esta primera novela?
Como
ya he dicho más arriba, estoy empezando mi segunda novela. Tengo algunas ideas,
que ya es más de lo que tenía con la primera.
-¿El libro en la red se comerá al
libro en papel?
Probablemente.
Es muy triste porque tocar un libro, olerlo, casi saborearlo, no se consigue
con un libro digital, pero…, esto es la vida moderna y, no podemos pararla.
-¿El género que más definiría a
España y a los españoles, es el de la picaresca?
La
literatura española es una de las más importantes del mundo. Esto no debemos
olvidarlo nunca, ahora que está tan de moda el inglés. Tenemos a los mejores poetas,
novelistas, dramaturgos… Es cierto que como género, el único que creamos
nosotros fue el picaresco, pero que las
ramas no nos impidan ver el bosque. Nuestra picaresca es única. No podemos
olvidar esa maravillosa obra El Lazarillo
de Tormes, pero es una rama en un
gran y frondoso árbol que es el que forma nuestra literatura. Lo mismo pasa con
las personas. Yo confío en la mayoría de los españoles. Estoy convencida de que
somos trabajadores, dinámicos, amigos de nuestros amigos, generosos, amables… y
una larga lista de adjetivos. Ahora
bien, hay unos pocos que no son pícaros, sino ladrones. Gente que,
aprovechándose de un puesto, consigue apropiarse de lo ajeno.
Confío, porque con todos los que yo he tratado
sí lo han sido, en que haya mucha gente, la inmensa mayoría, que es honrada y
que respeta a los demás. No podemos pensar que los españoles somos una panda de
ladrones. Nos lo quieren hacer creer para
justificarse ellos. ¿Por qué no hablamos de los hidalgos españoles que
también forman parte de nuestra literatura? ¿Por qué no hablamos del Quijote
que todos llevamos en nuestro ADN?
La escritora Ana María Gutiérrez
presentará en Chipiona su primera novela el próximo 9 de agosto.-
“En otro tiempo, en otro lugar”
plantea un misterio de tres historias paralelas que confluyen en una.-
La escritora onubense Ana María
Gutiérrez Toscano presentará en Chipiona este verano su primera novela “En otro
tiempo, en otro lugar”, editada por Albores. El día elegido será con toda
probabilidad el próximo 9 de agosto sobre las 9 de la noche en las
instalaciones de El Castillo .El acto será público y a él se convocarán todos
los sectores culturales de la zona.
Gutiérrez, profesora jubilada de
Lengua y Literatura, presenta en esta su primera novela una línea argumental de
misterio con tres historias paralelas que al final del proceso confluyen en
una. Son 175 páginas que envuelven al lector, sin solución de vuelta atrás, a
medida que se avanza en la lectura para culminar con un final sorprendente.
La escritora es Maestra de Enseñanza
Primaria y Licenciada en Filología Hispánica por la UNED. Hasta hace escasas
fechas ha sido directora y profesora de Lengua Española y Literatura en el IES
Estuaria de Huelva. Recientemente jubilada podrá dedicar a partir de ahora más
tiempo a esta gran pasión que es el arte de escribir libros.
Datos del libro
- Nº de páginas: 175 págs.
- Editorial: EDICIONES
ALBORES
- Lengua: ESPAÑOL
- Encuadernación: Tapa blanda
- ISBN: 9788415584414
- Año edicón: 2013
- Plaza de edición: SEVILLA
Resumen
Cuando María decidió
ir en busca de la verdad, nunca hubiera imaginado que su vida dejaría de ser lo
que fue. Un mundo de intrigas se abre ante ella. Un pasado que aflora sin que
pueda hacer nada para evitarlo. Un presente arraigado a un pasado y tres
historias que confluyen y emergen como olas que rompen sobre los acantilados de
su hermosa ciudad. Nadie lo hubiera creído; ni ella misma.
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