El alcalde, Rafael Vidal, era el guardián de la moral y las buenas costumbres.
La proyección de la película “ANA” provocó las iras de Vidal que la consideraba obscena.-
Por Juan Mellado
La proyección de la película “ANA” provocó las iras de Vidal que la consideraba obscena.-
Por Juan Mellado
Cuando el director de cine Alberto Lattuada filmó la película ANA, con una espectacular Silvana Mangano, nunca imaginó que a muchos kilómetros de distancia, en España, en la Chipiona de los años cincuenta, iba a ocasionar una gran polémica e incluso detenciones. En esta película la Mangano bailaba un número titulado “El bayón de Ana”, mientras su voz era doblada en lo que en España se conoció como “El negro zumbón”.
Era 1953 y en Chipiona gobernaba un alcalde llamado Rafael Vidal, guardián de la moral y las buenas costumbres y que en un mandato anterior en los años cuarenta había intentado en vano que se cerrasen bares y tabernas con ocasión de la celebración de unos ejercicios espirituales en la parroquia. Conocido como el alcalde que mandó colocar por las esquinas grandes carteles, de un metro por 60 centímetros, en los que podría leerse “Alabado sea Dios, guerra a la blasfemia”, Vidal tuvo en Chipiona su particular cruzada con la película citada y con el tema del negro zumbón, de tal forma que tenía orden de detención para todos aquellos ciudadanos que lo cantasen o bailasen.
La proyección de la película y el intento de detención del gerente del cine.
Ana se estrenó en el Cine Principal de la calle Isaac Peral con 20 minutos de su metraje cortados que se unían a los que ya originariamente había practicado la censura. Ello no fue impedimento ni eximente para que Rafael Vidal mandase detener al gerente del cine, José Olave, por proyectar la película. La orden de detención fue efectuada a la Policía Local, pero Olave tenía mucha amistad con el Comandante de Puesto de la Guardia Civil, quien en persona se ofreció a acompañarle durante un tiempo día y noche para impedir que se consumara la orden. Así con la benemérita por delante los policías no se atrevían a detenerle.
Puestas así las cosas y para recochineo, cuando se proyectaba la película daban marcha atrás al rollo, ponían otra vez la canción y el público que llenaba la sala aplaudía con regocijo. Mientras, en el cine de la competencia, en el Avenida, ponían al parecer “Lo que el viento se llevó”. Según parece alguien con intereses en la localidad contrapuestos al dueño del Principal, José Luis Ballester, también estuvo en el ajo de la denuncia que no llegó a servir para nada porque todos los días se ponía por la megafonía del cine.
Las amenaza de detener a quienes cantasen o bailasen el bayón sí fueron cumplidas en muchas ocasiones y entre la lista detenidos figuraban incluso el padre de la popular Rocío Jurado, aunque este extremo no se ha podido confirmar totalmente. La persecución llegó hasta a detener a un organillero que inocentemente tocó el bayón. Este detalle último no tiene desperdicio. Alguien próximo en el gobierno municipal de Rafael Vidal y cachondo mental, se encontró a la entrada de la localidad a un organillero ambulante. Le preguntó que si en el repertorio llevaba el negro zumbón. Al contestarle que sí le contó que a su novia le gustaba mucho y que le pagaría bien si lo tocase a la puerta de su casa. Con cuatro pesetas de la época, el organillero en cuestión se puso a tocar el negro zumbón a la puerta de una casa que no podía ser menos que la del propio alcalde, Rafael Vidal. A continuación se armó una pajarraca y tal revuelo y el organillero explicó a la policía lo sucedido. No se le pudo detener porque tenía todos los papeles en regla.
Rafael Vidal Pérez fue alcalde de Chipiona durante dos mandatos. El primero fue desde el 13/04/ 1943 a 12/02/1944, nueve meses y 29 días. El segundo mandato en el que ocurrieron los hechos que se narran fue entre el 08/06/1953 al 06/02/1955, un año y 8 meses. Los tenientes de alcalde de este último mandato fueron Antonio Caballero Amérigo y Manuel Jurado Bueno. No se comprende tanto escándalo con la canción y la película, ya que años antes la Mangano había protagonizado la famosa Arroz Amargo y en la que en medio de un arrozal aparecía con pantalón corto y provocativa, carne de pecado y lascivia.
El estreno de la película en España.-
Aunque la película se rodó en 1951 dirigida por Alberto Lattuada, al parecer no es hasta 1953 cuando se estrena en España. En realidad es una película mediocre en la que la protagonista, Silvana Mangano, se le dobla la voz en las canciones y en el argumento pasa de ser pecadora a monja. La película fue estrenada en España sin pena ni gloria formado parte de un gran lote de la distribuidora. Según cuenta José Mellado Domenech, que fuer durante muchos años gerente de cines de barrio en Sevilla, en la capital hispalense estuvo dando tumbos hasta que se pudo estrenar casi sin publicidad. A partir de ahí fueron los espectadores de los cines de barrio y los de pueblo quienes hicieron de la película un rotundo éxito.
Silvana Mangano(1930-1989). -
La elevada atracción sensual de esta actriz italiana le favoreció para llegar al star system a finales de los años cuarenta. Silvana Mangano nació el 21 de abril de 1930 en Roma, estudió ballet en la academia romana de Zhia Ruskaya y comenzó a trabajar como modelo en su adolescencia. Tras ganar el concurso de belleza Miss Roma y participar en Miss Italia, debutó en el cine en 1954 con la película “El elixir de amor”. Dos años después y tras protagonizar el filme de Giuseppe de Santis “Arroz Amargo”(1948), conseguiría la fama a nivel mundial. Posteriormente intervendría junto a Vittorio Gassman en la interesante “El lobo de la Sila” (1949). En 1949 contrajo matrimonio con el productor Dino de Laurentiis, con quien estaría casada felizmnete durante toda su existencia. La carrera cinmematográfica de la Mangano no feu excesimanete prolífica a partir de los años cincuenta. Entre su filmografía destaca Ana(1950) de Alberto Lattuada, “El Decamerón”(1971) de Passolini, “Teorema”(1968) y “Muerte en Venecia”(1971) de Visconti.
Víctima de una cáncer de pulmón, Silvana Mangano falleció en Madrid el 16 de diciembre de 1989 a la edad de 59 años y con toda seguridad ajena al revuelo que su personaje había armado en Chipiona.-
Era 1953 y en Chipiona gobernaba un alcalde llamado Rafael Vidal, guardián de la moral y las buenas costumbres y que en un mandato anterior en los años cuarenta había intentado en vano que se cerrasen bares y tabernas con ocasión de la celebración de unos ejercicios espirituales en la parroquia. Conocido como el alcalde que mandó colocar por las esquinas grandes carteles, de un metro por 60 centímetros, en los que podría leerse “Alabado sea Dios, guerra a la blasfemia”, Vidal tuvo en Chipiona su particular cruzada con la película citada y con el tema del negro zumbón, de tal forma que tenía orden de detención para todos aquellos ciudadanos que lo cantasen o bailasen.
La proyección de la película y el intento de detención del gerente del cine.
Ana se estrenó en el Cine Principal de la calle Isaac Peral con 20 minutos de su metraje cortados que se unían a los que ya originariamente había practicado la censura. Ello no fue impedimento ni eximente para que Rafael Vidal mandase detener al gerente del cine, José Olave, por proyectar la película. La orden de detención fue efectuada a la Policía Local, pero Olave tenía mucha amistad con el Comandante de Puesto de la Guardia Civil, quien en persona se ofreció a acompañarle durante un tiempo día y noche para impedir que se consumara la orden. Así con la benemérita por delante los policías no se atrevían a detenerle.
Puestas así las cosas y para recochineo, cuando se proyectaba la película daban marcha atrás al rollo, ponían otra vez la canción y el público que llenaba la sala aplaudía con regocijo. Mientras, en el cine de la competencia, en el Avenida, ponían al parecer “Lo que el viento se llevó”. Según parece alguien con intereses en la localidad contrapuestos al dueño del Principal, José Luis Ballester, también estuvo en el ajo de la denuncia que no llegó a servir para nada porque todos los días se ponía por la megafonía del cine.
Las amenaza de detener a quienes cantasen o bailasen el bayón sí fueron cumplidas en muchas ocasiones y entre la lista detenidos figuraban incluso el padre de la popular Rocío Jurado, aunque este extremo no se ha podido confirmar totalmente. La persecución llegó hasta a detener a un organillero que inocentemente tocó el bayón. Este detalle último no tiene desperdicio. Alguien próximo en el gobierno municipal de Rafael Vidal y cachondo mental, se encontró a la entrada de la localidad a un organillero ambulante. Le preguntó que si en el repertorio llevaba el negro zumbón. Al contestarle que sí le contó que a su novia le gustaba mucho y que le pagaría bien si lo tocase a la puerta de su casa. Con cuatro pesetas de la época, el organillero en cuestión se puso a tocar el negro zumbón a la puerta de una casa que no podía ser menos que la del propio alcalde, Rafael Vidal. A continuación se armó una pajarraca y tal revuelo y el organillero explicó a la policía lo sucedido. No se le pudo detener porque tenía todos los papeles en regla.
Rafael Vidal Pérez fue alcalde de Chipiona durante dos mandatos. El primero fue desde el 13/04/ 1943 a 12/02/1944, nueve meses y 29 días. El segundo mandato en el que ocurrieron los hechos que se narran fue entre el 08/06/1953 al 06/02/1955, un año y 8 meses. Los tenientes de alcalde de este último mandato fueron Antonio Caballero Amérigo y Manuel Jurado Bueno. No se comprende tanto escándalo con la canción y la película, ya que años antes la Mangano había protagonizado la famosa Arroz Amargo y en la que en medio de un arrozal aparecía con pantalón corto y provocativa, carne de pecado y lascivia.
El estreno de la película en España.-
Aunque la película se rodó en 1951 dirigida por Alberto Lattuada, al parecer no es hasta 1953 cuando se estrena en España. En realidad es una película mediocre en la que la protagonista, Silvana Mangano, se le dobla la voz en las canciones y en el argumento pasa de ser pecadora a monja. La película fue estrenada en España sin pena ni gloria formado parte de un gran lote de la distribuidora. Según cuenta José Mellado Domenech, que fuer durante muchos años gerente de cines de barrio en Sevilla, en la capital hispalense estuvo dando tumbos hasta que se pudo estrenar casi sin publicidad. A partir de ahí fueron los espectadores de los cines de barrio y los de pueblo quienes hicieron de la película un rotundo éxito.
Silvana Mangano(1930-1989). -
La elevada atracción sensual de esta actriz italiana le favoreció para llegar al star system a finales de los años cuarenta. Silvana Mangano nació el 21 de abril de 1930 en Roma, estudió ballet en la academia romana de Zhia Ruskaya y comenzó a trabajar como modelo en su adolescencia. Tras ganar el concurso de belleza Miss Roma y participar en Miss Italia, debutó en el cine en 1954 con la película “El elixir de amor”. Dos años después y tras protagonizar el filme de Giuseppe de Santis “Arroz Amargo”(1948), conseguiría la fama a nivel mundial. Posteriormente intervendría junto a Vittorio Gassman en la interesante “El lobo de la Sila” (1949). En 1949 contrajo matrimonio con el productor Dino de Laurentiis, con quien estaría casada felizmnete durante toda su existencia. La carrera cinmematográfica de la Mangano no feu excesimanete prolífica a partir de los años cincuenta. Entre su filmografía destaca Ana(1950) de Alberto Lattuada, “El Decamerón”(1971) de Passolini, “Teorema”(1968) y “Muerte en Venecia”(1971) de Visconti.
Víctima de una cáncer de pulmón, Silvana Mangano falleció en Madrid el 16 de diciembre de 1989 a la edad de 59 años y con toda seguridad ajena al revuelo que su personaje había armado en Chipiona.-
3 comentarios:
Hoy está muy mal mirado no creer al Sr. Alcalde cuando miente descaradamente.Buen artículo, Juan.
A mí me cogió esa película siendo nene y viviendo medio año en un cortijo. Allí llegaban los amigos de mi padre a contarle que se habían acercado hasta la capital para ver al Silvana Mangano y todos rebosaban feicidad al contarlo.
En mi pueblo las orquestas que iban por las fiestas la llevaban en su repertorio en los 50 y 60. Lo recuerdo bien. Pero siempre hay garantes de la moral, que lo único que provocaban era que la gente la cantara más.
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