domingo, 6 de septiembre de 2009

Uno tiene derecho a comenzar el invierno cuando le parezca


Por Johnny Maloso


Las grandes superficies nos recuerdan a lo largo del año, con gran eficiencia, cuándo comienza la primavera, el verano, el cole, las rebajas…incluso se adelantan a nuestros seres más queridos en felicitarnos por nuestro cumpleaños o santoral.
Cortados por la misma etiqueta que numerosos políticos, deciden por nosotros cuándo empiezan o acaban las cosas o lo que es bueno o malo para nosotros. No se dan cuenta que todavía hay gente que hacemos lo que nos sale de los cojones- perdonen por señalar tan directamente-, sin tener que rendir cuentas a nadie.

Por eso el pasado 6 de septiembre en el Imperio Hitita el Gran Subiluliuma y este Pobrecito Hablador, inauguramos oficialmente el invierno 2009/2010. Para ello, nada mejor que encender la chimenea, bien alimentada de leña, aunque en el exterior hiciera más de 35 grados.
Todo ello bien condimentado con una buena botella de Tío Pepe, ricas viandas, la calabaza del “Un, dos, tres” y buen humor transgresor. Nos acompañaban Pepe y Pepa Pulggoso, ésta última más conocida como Putilla de los Majales( no se asusten, que es una perra bodeguera que pare más que una coneja),quienes asistían asombrados y en silencio a nuestra locura.
Hacía un calor que te cagas pero daba alegría ver el fuego purificador de las malas vibraciones y ese humo blanco de la chimenea, que ya quisiera el humo ese que echan cada vez que eligen un Papa nuevo por nosotros.
Dimos soluciones a todos los problemas del mundo, opinamos de lo divino y de lo humano. Uno leía a Catulo, otro a Cien horas con Fidel y cuando nos invadió la soledad nos fuimos al Casillero a llorar con los amigos por la extinta Venta del Rirro.
Tras ello una buena siesta reparadora ,acompañada de las tradicionales moscas de septiembre, solamente interrumpida por las “bombas lapilli” de este Pobrecito Hablador que dejaban anonadado al volcán Vesubio.
Dejamos apagar el fuego lentamente,como por tradición se apaga la vida. La chimenea agradeció el merecido descanso. En las cenizas fueron nuestras ilusiones nonatas.
Ustedes pensarán que estamos locos, pero no señor. Es que cada vez que podemos hacemos lo que nos sale de los cojones sin rendir cuentas a nadie , y ustedes perdonen por señalar tan directamente de nuevo.

4 comentarios:

  1. Jajajaja, la verdad es que me lo creo, y no dejo de reirme porque te conozco y se la certeza de todo lo que cuentas acerca de como sucedió vuestra entrada a esta estación que aún no se ha acercado a su fecha de inicio oficial. Jajajaja... no cambies, que esas "idas de olla" son las que hacen que la vida merezca la pena. Un beso grande

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  2. He leido el comentario con atención y al mismo tiempo me estaba entrando un calor que volveré a leerlo cuando haga un poco más de frio, te lo prometo un saludo MAMÉ.

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  3. juanes ya mismo teneis por alli al terror de los esparragos, el comentario muy bueno, lo que pasa es que el final no se te entiende mucho un saludo tony

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  4. ¡Menos mal que inauguraste el invierno a tiempo! Si no, llega el frío ¡por los cojones!
    Fíjate cómo no estará la Crulamá que al Caritabastón se le ha puesto carita de cortavientos.
    Me he reído un buen rato con tu ingenio y poderío en inauguraciones gandumberas...un saludo.

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